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viernes, 27 de marzo de 2020

RESEÑA DE EL MISTERIO DE MARIE ROGET

Poe y un caso real y Dupin y el cálculo de probabilidades

Página de título de El misterio de Marie Roget

Ficha
Título original: The mystery of Marie Rogȇt
Autor: Edgar Allan Poe
Año de publicación original: 1842-1843 (por entregas)
Editorial Bruguera, primera edición en Club del Misterio, 1981, España
Traducción: José Alvarez y Ángela Pérez
Ilustración de cubierta: Isidre Monés
ISBN: 84-02-08152-5

[Dice al comienzo el narrador] Pocos habrá, aún entre los pensadores más serenos, que no se hayan visto en ocasiones sorprendidos al ver que, de modo vago pero inquietante, creían a medias en lo sobrenatural, a causa de coincidencias de un carácter tan aparentemente maravilloso que el intelecto era incapaz de aceptarlas como meras coincidencias. Tales sentimientos, pues las semicreencias de que hablo jamás tienen la fuerza total del pensamiento, tales sentimientos difícilmente se logran sofocar por completo, a menos que se acuda a la doctrina del azar, o como técnicamente se la denomina, al cálculo de probabilidades. Más tal cálculo es, en su esencia, puramente matemático, y así nos vemos ante la paradoja de que haya de aplicarse lo más estrictamente exacto de la ciencia a la vaguedad y la espiritualidad de lo más intangible del campo de la especulación


Introducción
  El misterio de Marie Roget es el segundo caso de los tres que conforman las historias de C. Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe. Escrito alrededor de un año después del primero, en la ficción han pasado unos dos años desde la investigación de los asesinatos de la calle Morgue, y más o menos un año después de que el protagonista anónimo amigo de Dupin relatara el caso al público. El narrador hace notar que después de que Dupin esclareció ese caso sin contar exactamente cómo, este se había hecho famoso entre las fuerzas policiales y “no fueron pocos los casos en los que la prefectura hizo intentos de contratar sus servicios”.

El caso
  En el caso particular en que se centra el relato, el prefecto de policía G. hace un acuerdo económico inespecificado con Dupin, relativo a la recompensa ofrecida por resolver el caso, para obtener su ayuda. Posteriormente, el narrador se hace con todos los diarios e informes policiales sobre el asesinato de Marie Roget, y tras haberlos leído tanto él como Dupin, el último comienza su análisis comparando lo ordinario del presente caso con lo extraordinario del de la calle Morgue, y luego, enfocándose en el caso en sí, empieza por asegurarse de la identidad del cadáver (algo que algunos periódicos ponían en duda) únicamente mediante conocimientos y análisis –palabra que no es redundante repetir– al igual que en el primer cuento de Dupin.
  En medio de su análisis, además, Dupin examina los periódicos de un modo aún más amplio que lo que lo había hecho su amigo, en busca de sucesos colaterales que por su aparente falta de relación con el caso hubieran sido pasados por alto. Dice así:
Según la táctica que yo propongo, hemos de dejar a un lado las cuestiones centrales de esta tragedia y concentrar nuestra atención en sus alrededores. Uno de los errores más usuales en una investigación como ésta, es el de eliminarla a lo inmediato con total menosprecio de los sucesos colaterales o circunstanciales. Los malos usos de los tribunales se limitan a confinar las pruebas y las discusiones dentro de los límites de lo aparentemente relevante. Sin embargo, la experiencia ha mostrado, y una buena lógica mostrará siempre, que una gran porción de verdad, quizás la mayor, brota de lo que en apariencia es irrelevante.
Con sus hallazgos –que a su amigo le parecen a primera vista irrelevantes– el chevalier continúa desenvolviendo el misterio hasta el punto en que él y su amigo deben pasar a la acción para identificar a su sospechoso por su nombre. A partir de aquí, sólo se menciona que se obtuvo el resultado deseado y que el prefecto G. cumplió con su parte, tras lo cual el narrador cierra el relato volviendo al tema con que lo había iniciado, el cálculo de probabilidades y las coincidencias, conocimiento fundamental del análisis de Dupin.

  Algo destacable de esta historia es también cómo y por qué fue creada. Con ella, Poe procura resolver un caso real, el de Mary Cecilia Rogers, asesinada en los alrededores de New York, y que permanecía sin resolver cuando Poe escribió el relato; y lo escribió siguiendo los hechos esenciales del caso verdadero y estableciendo paralelismos en el resto, y sin más información que la de los diarios que el autor pudo conseguir. Y en la nota después del final de la historia en mi edición dice: "...la confesión de dos personas (una de ellas la madame Deluc de la narración), en períodos diferentes bastante posteriores a la publicación, confirmaron, no sólo la conclusión general, sino absolutamente todos los principales detalles hipotéticos por los que tal conclusión se obtenía".

Conclusión
  Este segundo relato es el más largo de los tres, y el más pesado también debido a que casi no hay ningún diálogo en el sentido de que Dupin realiza su larguísimo análisis casi sin interrupciones por parte de su amigo anónimo. No obstante, este está hecho con una gran precisión y rigurosidad lógica, que constituye el principal deleite de las tres historias de Dupin, y considero que las expectativas que se tengan previo a leer este cuento influirán enormemente sobre sí es tedioso o interesante, aunque sí es el menos interesante de releer de los tres, puesto que el suspenso de cuáles serán las conclusiones siempre son un buen factor que mantiene la atención del lector por períodos largos.

Reseña de Los crímenes de la calle Morgue
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