Artemis Fowl El cubo B
¿Aprovecharás la oportunidad de convertirte en un héroe?
Ficha
Título original: Artemis Fowl The Eternity Code
Autor: Eoin Colfer
Año de publicación original: 2003
Montena, primera edición, 2006, Argentina, Bs. As.
Traducción: Ana Alcaina
Diseño de la antecubierta: Juan Pablo Cambariere
ISBN: 950-9080-11-x ; 978-950-9080-11-9
¿Qué es el Cubo B? El cubo que todo lo ve (the C
(see) Cube). Básicamente una supercomputadora que Artemis
ha creado a partir de los elementos que se apropió del equipo de
recuperación de las Criaturas en el primer libro, y mientras que tal
dispositivo sería algo obsoleto en el mundo de las Criaturas, es algo
décadas por delante de las computadoras humanas, y Artemis trata de usar su
invento como parte de una negociación con un empresario llamado
Jon Spiro; a Spiro no le gustan los términos y recurre a
métodos violentos para apropiarse del Cubo… y Artemis termina recurriendo a
las Criaturas por ayuda.
Las Criaturas, por su parte, aceptan colaborar porque,
inadvertidamente hasta que fue demasiado tarde, Artemis hizo que su invento
fuera capaz de romper las defensas tecnológicas de las computadoras de las
criaturas y Spiro no es el hombre que sería pacífico con respecto a ellas si
las descubre, aunque tienen tiempo porque el Cubo B fue codificado por
Artemis con un código de la eternidad, que sólo él puede
usar.
Narrado con el mismo estilo que en todos los libros de la serie, aquí Artemis continua su evolución sobre quién y qué ser, en lo cual sus conversaciones con su padre en recuperación en el hospital juegan un importante rol. Similares preguntas sobre sí misma trata de responder Juliet Mayordomo, siendo este, quizás, el libro con más participación de su parte. Además, Mantillo Mandíbulas tiene momentos que me resultaron de los más cómicos de la serie.
Para finalizar: cuando leí este libro, creí que era el último, y eso hizo que el de por sí gran final, que es un extracto del diario de Artemis, fuera tremendamente más emocionante; pero aun sabiendo que no es el final, el epílogo, y podría sumarse el capítulo precedente, es uno de los mejores finales de todos los que he leído.