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Trilogía C. Auguste Dupin de Edgar Poe

 Locuras de Isidoro (5)

Noches de Arabia

Milagrosamente, Isidoro obtiene un empleo formal aquí a cambio de 20000 dólares por mes, más extras por cada operación exitosa: asesor de negocios de un grupo empresarial árabe, que está en competencia con otra empresa árabe, e Isidoro convierte en su espía a una conocida suya que es la secretaria del segundo grupo.

Con su éxito, Isidoro llegará a tener aquí su propia moneda: isidólares

Cofradía moralizadora

Isidoro ha estado llevando una vida que señala que tiene más dinero de lo habitual y ante las sospechas del tío Isidoro le revela que ha estado haciendo publicidad para una marca de cigarrillos; y como parte de su arreglo, la empresa le pide a Isidoro que haga actos que llamen mucho la atención (algo habitual en él, de todos modos). El problema en esta historia es cuando un grupo de exterminadores de Satán lo llaman “Engendro diabólico”, y aunque Isidoro primero se lo toma a broma, cada vez más gente empieza a creerle a esta secta religiosa, arruinando la reputación del rey de los playboys… quien entonces pasa al contraataque.

Correrías de Patoruzito (4)

 ¡Un robot a la menta!

Un inventor ha creado una carcasa vacía de robot. Un empleado del banco del pueblo de Patoruzito sabe que este ha retirado una gran suma de dinero del banco, y manipula a un sujeto de bajo IQ para que se meta en la carcasa vacía, robándola, y finja que el robot funciona, para así engatusar a Patoruzito quedando él como el inventor de esta “genialidad” y obtener “fondos para investigación”, aunque Isidorito, a quien Patoruzito le regaló el robot por su cumpleaños, no vuelve fácil la tarea del “robot”.

¡Sótano siniestro!

Viajando por Italia por negocios, Patoruzito e Isidorito quedan varados por una tormenta de nieve pero encuentran un castillo reconvertido en hotel, aunque tardan un poco en enterarse de que está lleno de trucos para espantar a los huéspedes como esperada diversión. Sin embargo, hay más en las sombras del castillo que inocentes trucos...

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 Correrías de Patoruzito (3)

 ¿Secuestrar al cacique?

Patoruzito recibe la sorpresiva visita de Eliot Ness Junior y el sargento Joe, que han venido a protegerlo de Capone Junior, quien quiere secuestrarlo para obtener a cambio de él 500 mil cabezas de ganado. Tanto Capone como “los intocables junior” tienen algunos elementos de alta tecnología (para la época de las historietas) al estilo de películas James Bond, y las cosas se complican y “divierten” un poco más cuando llega Isidorito de un viaje a Estados Unidos.

El zodíaco a favor

Patoruzito tiene que vérselas con una mafia cuyo líder, llamado Escorpio, utiliza el horóscopo para manipular a su favor a quienes creen en la astrología y en él como intérprete de los cielos. Con ese engaño, pretende robarle a Patoruzito sus valiosas joyas familiares así como un cargamento de valiosas pieles sin que sospechen de él, y el problema es que Patoruzito e Isidorito no saben de la existencia de esta banda y esta tiene hombres muy bien colocados, incluyendo el hotel en que se queda el dúo protagonista.

Andanzas de Patoruzú (1) 

¡Este cuadro vale por dos!

Un marchante de arte visita el apartamento de Patoruzú y le revela que el cuadro de su padre, Patoruzek, está pintado sobre un cuadro de Rembrandt que vale mucho dinero, despertando la codicia del padrino, que estaba allí también. Entonces se suceden una serie de trampas y malentendidos entre Patoruzú, Isidoro, el marchante y otros personajes interesados en el cuadro por distintas razones, entre los cuales prepondera un hombre que puede leer el pensamiento.

Esta debe haber sido de las primeras historietas que leí, tanto en general como de Patoruzú en específico, quizá la primera, y es una de las más entretenidas de Patoruzú.

¡Guerra en el fútbol!

El tema aquí es la violencia en las canchas, en los no tan viejos tiempos en que todavía había hinchas de los dos equipos en los partidos de fútbol, y el enemigo principal de Patoruzú es el mismo Diablo, o Mandinga, quien influye con sus poderes a árbitros e hinchas para provocar violencia, y se concentra en un hincha en particular que será el cause la violencia física con la que tiene que verse Patoruzú.

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Correrías de Patoruzito (2)

Correrías de Patoruzito

Milagros en "Tomitraiga"

Patoruzito e Isidorito van a visitar a un amigo a un pueblo llamado Tomitraiga donde no se acepta el dinero, sino que viven del trueque. Problemas importantes comienzan cuando alguien empieza a dar regalos a toda la gente del pueblo y esta riqueza salida de la nada genera celos en algunos sobre los regalos de otros, que desembocan en peleas, además de que ladrones acuden al pueblo, y tanto antes como después del inicio de los regalos está el forzudo y violento herrero creando problemas con su irascibilidad (y el veterinario se fue del pueblo al recibir de regalo un auto)

Cosas de brujos

Isidorito, que está en un internado, le envía cartas a Patoruzito diciéndole que está en grave peligro, ante lo que Patoruzito va en persona a verlo y, aunque no confía (justificadamente) a ciegas en que Isidorito diga la verdad, ve cosas extrañas que lo hacen decidir quedarse allí unos días. Pronto se descubre que Isidorito estuvo creando problemas y “accidentes” a propósito, pero en esta inspiración de la historia en la de el pastorcito y el lobo, ahora tiene problemas para que le crean, y ahora le ocurrirán “sustos” de verdad, con Patoruzito tratando de protegerlo entre personajes extraños.
Mi problema con esta historia es que no entendí la razón para que la clave del caso existiera en primer lugar (existiendo, su conexión con el culpable es entendible, pero por qué estaba allí, no lo sé). 

Locuras de Isidoro (4)

El mundo a sus pies y El show de Isidoro

El mundo a sus pies

Isidoro Cañones tiene la epifanía de hacer la bienal de Isidoro, o sea, una gran fiesta, sabiendo que si él la organiza y participa tiene el éxito asegurado, tanto localmente como para atraer turistas de todo el mundo. Además, va a reunir en Buenos Aires a los mejores playboys de todo el mundo.

Todo esto acompañado de una amiga a la que hace renunciar graciosamente de su trabajo para que sea su secretaria privada para la bienal.

Además, esta historia tiene uno de los momentos que han resultado más divertidos y memorables de todo lo que he leído de Isidoro:

su tío, el coronel Cañones, sale de la casa hecho una furia por las respuestas de Isidoro sobre la bienal, que el tío considera otra trapisonda más de su sobrino, pero entonces llega un grupo de periodistas a la puerta de su casa y el tío piensa asombrado y admirado: “Por la forma que moviliza al cuarto poder, se diría que el badulaque es el quinto”. Escena que además se remata con él yéndose, pensando ante lo que está diciendo Isidoro a los periodistas: “¡Si me quedo, los periodistas tendrían una trágica noticia para la página de policía!”

El show de Isidoro

Aquí Isidoro y el tío Cañones están mucho juntos por objetivos en común y conectados: los dos buscan conquistar a dos mujeres que tienen el mismo parentesco que ellos, tía y sobrina, aunque, mientras que el coronel está enamorado de Finita, cosa que preocupa a Isidoro porque si se casaran Isidoro perdería la futura herencia del tío, a Isidoro, si bien le gusta Jane por su belleza e inteligencia, la razón principal para conquistarla es que es una rica heredera millonaria.

Ambos tendrán problemas para sus objetivos porque están en escena también otra pareja de tió y sobrino en la cual el tío es un viejo comediante que provoca grandes celos en el tío y que hace que Isidoro se preocupe de que no le quite demasiada atención a sus propias humoradas.

Reseña Locuras de Isidoro (3)

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