Las crónicas de Elric 3 Marinero de los mares del destino
Ficha
Elric:
Yo hui de los deberes de cabeza de un imperio porque buscaba la libertad.
Y conseguiré alcanzarla.
¿Por qué causa he combatido?
¡Ah!, llámalo la Humanidad. Llámalo el Destino. Llámalo un sueño o un un ideal, si quieres.
¿No tendré nunca una respuesta clara?
Elric:
Voy donde hay peligro porque pienso que allí puede haber una respuesta,
una razón para tanta tragedia y tanta paradoja. Y, pese a todo, sé que
jamás la encontraré.
Mi libro favorito de las crónicas, compuesto por tres historias cortas, cada una con su propia atmósfera y sin relaciones directas entre ellas, pero la atmósfera alrededor de la persona de Elric y Tormentosa une las historias. Y en la tercera, la más trágica, la espada negra volverá a moverse por sí sola contra la voluntad de Elric...
En la primera, de nombre Navegando hacia el futuro, el aún autoexiliado emperador albino de Melniboné, Elric, con su inseparable espada viviente Tormentosa, su salvación y su némesis, aborda un barco mágico (por decirlo con simpleza), la Nave Oscura, capitaneada por un capitán ciego que navega entre mundos y lleno de personas extrañas, incluyendo a alguien llamado Corum que dice haber combatido junto con Elric antes aunque Elric no lo había visto nunca (lo verá en el quinto libro de las crónicas, La Torre evanescente, donde se llevará a cabo la aventura de la que habla Corum aquí), y a alguien llamado Erekose que dice haber sido muchos otros, incluyendo un tal Elric womanslayer; y además a Halcón de la Luna (Hawkmoon): estos tres y Elric son encarnaciones de un mismo ser: por primera vez se introduce en las crónicas de Elric el importante concepto del Campeón Eterno. Aunque no se dan muchas explicaciones, parece que hay una encarnación de una misma persona en cada universo del Multiverso, aunque no se dice cuál es su misión o de dónde salió.
Pero sí hay especificaciones para la misión presente: los Cuatro que son Uno deben enfrentarse y derrotar a dos seres hechiceros, Agak y Gagak, que amenazan con absorber toda la energía del Universo, incluidos los mismos Dioses, para cumplir sus propósitos en su propio universo con ella. Enfrentarse a ellos será una experiencia estremecedora para los Cuatro que son Uno y para los 16 guerreros que los acompañan, con sus vidas y sus corduras en peligro. Y esto es sólo la primera parte del libro.
En la segunda parte, de nombre Navegando hacia el presente, Elric es informado de que el Barco no puede devolverlo a su plano directamente, sino que lo dejará en otro en el que tendrá que buscar una entrada al propio, una Puerta Carmesí. El problema será que Elric tendrá que enfrentarse al misterio de un caballo mágico y un antepasado de Elric, un conde melnibonés, con un pasado trágico.
Y en la tercera y última parte, Navegando hacia el pasado, Elric y su nuevo compañero, el conde Smiorgan, son salvados de un mar embravecido por un barco al mando de un famoso explorador de los Reinos Jóvenes que en el presente va hacia una legendaria ciudad del pueblo de Melniboné de antes de que este pueblo se aposentara en la Isla del Dragón: R’lin K’ren A’a (no es un error de tipeo, se llama tal y como está escrito, y significa, en el Habla Alta de Melniboné, “donde se reúnen los ilustres”). Pero el terreno inexplorado que rodea la ciudad, y ella misma, no están deshabitados: hay unas peligrosas criaturas similares a reptiles humanoides, que a Elric le causan terror por su aspecto toscamente parecido al de los melniboneses, como si fueran posibles antepasados evolutivos (y los melniboneses, se cuenta en el primer libro, no son humanos, no descienden de los monos como aparentemente sí los habitantes de los Reinos Jóvenes). Elric espera encontrar respuestas en la antigua ciudad sobre por qué su pueblo es como es, y descubre que una reunión de Dioses llevada a cabo allí (y a partir de ella, el nombre de lugar donde se reúnen los ilustres) fue, al menos en gran parte, la culpable. Reunión que dejó, además, a la Criatura Condenada a Vivir, un habitante de la ciudad que escuchó a escondidas lo que decían los Dioses, y estos lo condenaron a vivir sin poder decir qué escuchó sobre las reglas de la Batalla Cósmica.
En esta tercera aventura Elric tendrá que usar mucho a Tormentosa e invocar a su Señor del Caos, Arioch, con el resultado final de un Elric depresivo y pesimista… Lo que, junto a la estupidez de su primo Yyrkoon, será lo que lo llevará en el siguiente libro, El Misterio del lobo blanco, a comandar una flota de los Reinos Jóvenes con el objetivo de destruir Melniboné. Además, continúan apareciendo indicios del futuro, y probablemente trágico, gran destino de Elric.
RESEÑA DE LAS CRÓNICAS DE ELRIC 1 ELRIC DE MELNIBONÉ
RESEÑA DE LAS CRÓNICAS DE ELRIC 2 LA FORTALEZA DE LA PERLA
Reseña de las CRÓNICAS DE ELRIC 4 EL MISTERIO DEL LOBO BLANCO