Ghost in the Shell
Basada en el manga de Masamune Shirow
Me resultó extraña, y no lo digo en un mal sentido, sino sólo descriptivo: el estilo no es uno que me resultó muy familiar, ni de animación ni de trama. Seguramente porque en las categorías japonesas esta película es un seinen, y no recuerdo haber visto nada de eso excepto un poco en manga.
Dicho eso, ¡me ha gustado mucho! La película da poco descanso en el avance de la trama, comenzando con el argumento sin prácticamente introducción de cómo es el mundo de tecnología avanzada en el que se desarrolla porque esas explicaciones se van dando a lo largo de la película, sin ser técnicas, así como las peleas políticas.
La protagonista es una cyborg con casi todo su cuerpo artificial, la mayor Motoko Kusanagi agente de un tipo de fuerzas especiales encubiertas, que tiene que lidiar con un titiritero, alguien que puede meterse en las cabezas de las personas usando los elementos cibernéticos que estas tienen implantadas, y “reprogramarlas”, cambiar su ghost, su espíritu, su alma, que por lo visto deduzco que el ghost es la conciencia de estar vivo, la autoconciencia. Esta persecución ocurre con Kusanagi cavilando filosóficamente (cuando hay tiempo, porque es absolutamente práctica y centrada cuando trabaja) sobre su existencia y su ghost, y la revelación de la identidad del titiritero lleva a la conjunción de la acción y de las reflexiones, con todo culminando en un final semiabierto: cerrada la línea argumental de la película satisfactoriamente, y con la pregunta con optimismo de qué hacer a continuación.
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